MPR Moreno Advisors informa, debido a la emergencia sanitaria declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como de las medidas adoptadas por tal efecto por los gobiernos de cada país en los últimos meses; el comercio de productos y servicios se ha visto volcado al uso de herramientas tecnológicas y al comercio electrónico, que se entiende como un conjunto de actividades mercantiles de distribución, venta, compra, marketing y suministro de información, desarrollado mediante el uso de sistemas electrónicos de procesamiento de datos y de comunicaciones, sin que exista un contacto físico directo entre quien oferta un bien o un servicio y quien lo requiere.
La técnica del comercio electrónico se basa en el uso de internet y herramientas informáticas con las cuales el proveedor organiza la información que quiere disponer al público, donde la misma es puesta en un sitio web, a donde el consumidor llega para recorrer los escaparates virtuales, a través de su computador, tableta, celular inteligente o cualquier dispositivo electrónico. En estos sitios web, se podrán hallar las grandes tiendas y supermercados, comercios de librerías, disquerías, ropa, accesorios, tecnología, es decir, prácticamente todo ramo del comercio, con el fin de ofrecer y adquirir una gama interminable de bienes y servicios para casi cualquier actividad.
Mencionado lo anterior, el papel fundamental de la Propiedad Intelectual se centra en el impacto directo en los temas de comercio electrónico, pues este concepto es el que permite proteger, desde los contenidos como el computador y softwares que se usa para ingresar a las páginas web, hasta los bienes y servicios que se adquieren a través de las mismas, pues de todos ellos se esperan que posean una protección en el desarrollo de los registros, licencias, patentes, entre otros derechos protegidos por la Propiedad Intelectual.
Contar con el registro de tales activos intangibles, como lo es el nombre de dominio de una página web, las marcas con que se ofertan los productos o servicios, las patentes de producto y en general, contenidos propios sujetos al derecho de Propiedad Intelectual, harán que estos se conviertan en activos que si bien son intangibles, aportarán valor a la actividad comercial de las empresas y confianza al público consumidor, permitiendo la diferenciación entre el universo de productos y servicios ofrecidos por los comerciantes.
La internet se ha convertido en un recurso necesario y vital en nuestro día a día, es por ello que se hace transcendental la protección de la propiedad intelectual en el comercio electrónico, pues, así como brinda la facilidad de dar a conocer los bienes y servicios de los comerciantes, también los expone para que terceros infractores tengan mayor facilidad de acceso para infringir sus derechos y apropiarse de sus diseños, o marcas con las que los consumidores los identifican. Es por ello que, el Derecho de Propiedad Intelectual está encaminado a la protección de los derechos tanto en los mercados tradicionales, como en los electrónicos que han incrementado actualmente y seguirán creciendo teniendo en cuenta los confinamientos y medidas de protección obligatorias que han obligado al cierre físico de los comercios.